Narración

libres, juntos

28 julio

¿Me entiendes? –pregunté
¿Me entiendes?-contestaste imitando en tono "burleta"mi dulce voz, que a mi parecer me resta diez años a los diecisiete que tengo.

Y fue en ese momento cuando me di cuenta de que nada de lo que te acababa de preguntar se iba a quedar guardado en tu memoria. Que nunca llegaría a saber cuál crees que es la mejor manera para llegar a la isla de Angtong, y una vez allí, encontrar un sencillo chiringuito de playa donde comer pescado recién pescado. Ni por qué a pesar de no entenderme, me mirabas fijamente a los ojos mientras sonreías y unos tímidos hoyuelos aparecían en tus oscuras mejillas.


O quizás eso último sí lo entendía.
Y es que tú y yo nos entendíamos .
Tú deshacías el iceberg que había en mi interior con la pureza de tu ser.
Y yo desataba una suave brisa gélida que calmaba tu piel manchada debido al dichoso sol tropical que te acariciaba desde siempre con sus ardientes rayos.

Si eso no es entenderse,
no sé qué lo es.

¡Nos vemos mañana en Koh Tao! – gritaste desde tu barco mientras zarpaba y sonreías de oreja a oreja.
Una estúpida sonrisa y un tono rojizo se apoderaron de mi cara.

¿Como sabia aquel extraño (no tan extraño) que mañana iba a ir a Koh Tao?
¿Estaría él dispuesto a seguir el rastro de mi deshielo por la isla tailandesa?
Sinceramente no sé a quién pedírselo.
No sé quién tiene el poder de la casualidad.
O si es libre,
Cómo tú y yo,
Cómo nosotros;
Si nos encontramos mañana.