No
te imaginas lo que pesan las alas cuando yacen empapadas y nadie te las hace batir.
Por mi culpa llevo una
semana sin volar, ahora todo es caÃda.
No sé si todo este dolor es el que se siente al tocar fondo, o si
simplemente soy una exagerada, y tan solo acaba de empezar.
Te echo mucho de menos.
Y eso me pesa, y pesa en los
ojos, en las manos, en la espalda, en la vida.
Sin previo aviso cambiaste de libro y yo sigo
abrigándome con la misma página por la cual darÃa mi cuerpo entero a arder antes
que a ella.
De nuevo cojo aire y aguanto la respiración comprimiéndola en lo mas hondo de mi ser, como si de un acto suicida se tratara. Esperando que de esa forma todo lo de mi alrededor se convierta en aire ahogado, y muera.
Y no me sorprendo en absoluto al ver que todo esfuerzo resulta ser en vano.
Y no me sorprendo en absoluto al ver que todo esfuerzo resulta ser en vano.