Que los "Quiero irme de este mundo de mierda" vayan seguidos de lágrimas bañadas en dolor consoladas en abrazos de los tuyos y no tenerlo hoy guardado en lo más hondo.
Que estar muerta sea el mejor juego que pueda existir entre tus sabanas, y que cerrar los ojos sea la forma más bella de recordarte, y no la única.
Que sepas que sigo sabiendo de memoria el camino que recorrÃan tus impacientes ojos cuando dejaba deslizar mi vestido hasta que caÃa sigilosamente al suelo de parquet de tu habitación.
Que sepas que aún no he encontrado unas manos que me acaricien como tú lo hacÃas (aunque las he buscado) y sé que tú no has encontrado unos labios que se ajusten tanto a la curva de tu cuello como los mÃos hacÃan sin ni siquiera darnos cuenta.
Nos quisimos echar de menos y yo a menos (o a más) ya no puedo llegar.
Esperar tu regreso, el regreso de alguien que nunca va a llegar, o que tal vez nunca llegó a marcharse es la forma de suicidio más lenta y dolorosa que conocerá este cuerpo jamás.
Dame la última razón por la que hubiese que recordar tus besos una vez más, y que no fuera la última vez, por favor. Si decides volver no me busques. Si buscas llegar no lo intentes. Tu nunca lo entenderÃas y yo nunca sabré explicarlo.