Narración

Devia;

25 julio

Las lágrimas están hechas de agua y sal, es como si hubiese un inquieto mar dentro de cada uno de nosotros. Un mar que refleja todo eso que pensamos pero no somos capaces de expresar con el lenguaje de las palabras, y es cuando interviene el lenguaje de las miradas.

Llorar es dejar que el mar se desborde.
Llorar es no querer morir ahogado.

¿Alguna vez has sentido que por muy fuerte que gritases no aparecería nadie para rescatarte?  

¿Que estás tan solo que ni siquiera habría nadie que te oyera?

¿Nunca nadaste solo en un mar de dudas en busca de ese faro para guiarte que tanto te han prometido que encontrarías?


Y ahora sí, ¿alguna vez te han agarrado la mano en medio del vacío para salir de él sin que lo esperaras y han hecho que recuperes de nuevo ese brillo verdoso que hasta tus ojos habían olvidado? 

Dime que también te has sentido apagado al perder a personas que se fueron para no volver. 

Yo no digo que nadie sea mi faro, pero sí que hay personas capaces de encender la luz de este de la misma forma que son capaces de arrebatarla al irse.

¿Pero cuantas veces creerás que has visto el mismo pájaro dos veces? Que aquí todos estamos muy perdidos pendientes de aferrarnos a algo, o a alguien. Y quién diga que no, miente.

Adam Lambert - "Ghost Town"