Narración

19

08 mayo

Hay domingos que no suman. Que no sirven. Que no cuentan.
Solo restan.
Latidos. Suspiros. Horas.
Domingos en los que me haces falta. Domingos carentes de luz. Domingos de terrazas mojadas. Domingos de sábanas llenas, pero domingos vacíos.

La ciudad ardía tras su silueta desnuda.
Sujetaba con una mano el cigarrillo
y con la otra mi vida.
Y yo sentía que el fin del mundo estaba tan cerca, que podíamos ir caminando hacia él.



Quizás el destino no es más que otro lugar de paso, y la salvación esté en lanzarse hacia lo desconocido.
Porque no es en lo desconocido donde encontramos personas que simplemente pasan por nuestra vida, sino personas que la atraviesan, nos rasgan, nos manchan, nos mojan, nos escriben una historia.
Y derrumban nuestras paredes, dónde alguna vez escribimos las poesías más bellas.

Y se van y nos arruinan.


Pero si os fijáis bien veréis que esto no son ruinas, son cimientos.

y luego volverás a mi
y yo seguiré esperándote.