Éramos amigos y, a ratos, nos amábamos

12 junio

Y por fin me sentía suficientemente libre como para decirle que ya no la quería. 
Es más. 
Esa noche me sentía bien al decirle que básicamente, nunca había tenido el valor de quererla. Que su vida junto la mía hacía imposible mi felicidad. Que tantos llantos en mis hombros doblaban mi peso y así, se doblaban mis años. 

Y es que finalmente tuve el valor de escribir lo que sentía por ella. 

Su cuerpo me llamaba noche tras noche. 
Era un sin parar de descontrol. Pero entonces, siempre acababa saliendo el sol entre nuestras sábanas y ambos luchábamos por no abrir los ojos.
Luchábamos para ocultar lo que era evidente. Y es que pequeña, no hay duda de que el amor es ciego. Y aunque si fuera el caso, sé que lo último que desearía ver sería tu cuerpo. Pero nosotros no estamos ciegos cariño. 
Nosotros tan solo estamos atados el uno al otro. 

Me da miedo responder, pero mi libertad me llama. Y ya es demasiado tarde.
Me asfixiabas con cada promesa, me arañabas con cada uno de esos insultos y me cortabas con tu tan terrible lengua viperina.

"Lo siento, cariño" -te soltaba día tras día.

Sé que te prometí que nunca me convertiría en lo que soy ahora. sé que he cambiado, pero me cansé de esperar a que tu lo hicieras. Y por cuando me preguntaste como me imaginaba un libro con todas las mentiras que se suponía que tu no me habías hecho suspiré. Lo viste y lo sé, sé que lo entendiste, y lo prometido es deuda pequeña.

Aquí tienes un libro hecho con nuestras mentiras.
Aquí tienes un libro hecho con nuestra historia entera.

You Might Also Like

3 comentarios

  1. Muy buen blog, me han encantado todas las entradas.
    Pasate por el mio si tienes tiempo:)
    http://sellevapordentro.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, ahora mismo me paso!

    ResponderEliminar
  3. Es boníssim Anna. Att: Jie

    ResponderEliminar